✅ Evitar recargar la batería al 100%
No debemos recargar la batería de nuestro coche eléctrico al 100% si queremos que nos dure más, aunque reduzcas autonomía al coche. Por éste motivo, ya existen algunos modelos que no dejan que la recarga de la batería supere el 80% de su capacidad. Incluso algunos fabricantes recomiendan que no se pase del 50% (y que recargues parcialmente para mantener siempre el nivel de carga en este porcentaje).
Es mejor ir recargando poco a poco, ya que, como la mayoría de elementos que forman la batería son de litio, éstos no tienen memoria y podemos cargar las veces que queramos.
✅ Evitar las recargas rápidas
Solo debemos recargar la batería de nuestro coche eléctrico con una recarga rápida cuando vamos con prisa porque nos permiten recuperar el 80% de capacidad de la batería en tan solo media hora, pero es muy desaconsejable utilizar siempre las recargas rápidas, ya que su uso continuado acorta un 1% anual la vida útil de la batería, es decir, tras 10 años, la capacidad puede haber descendido hasta el 70%. Sólo debemos utilizar la recarga rápida cuando lo necesitemos de verdad.
✅ Previsión de las recargas para coches eléctricos
La programación de la recarga de una batería es un punto fundamental para no hacer un mal uso de ella. Además, los puntos de recarga en la vía pública aún no son muy abundantes, y por este motivo debemos ser previsores y salir de casa con la batería al menos al 50% recargada.
Es importantísimo programar las recargas, sobre todo si tenemos previsto un viaje largo; y evitar apurar el nivel de carga al mínimo porque a la larga restará autonomía al vehículo eléctrico.
✅ Marcar rutinas para las recargas de las baterías del coche eléctrico
Para alargar la vida útil de la batería de un coche eléctrico, debemos marcar una rutina. Todos los días debemos recargar durante la noche para evitar situaciones extremas que puedan dañar la durabilidad de la misma.
Por ejemplo, recargar la batería siempre durante la noche utilizando cargadores inteligentes. Éstos se desconectan de la electricidad cuando notan por primera vez que la batería está totalmente cargada, y no la vuelven a dejar pasar a no ser que se desenchufen y se vuelvan a enchufar.
La intensidad de descarga y los límites de carga son las dos causas que afectan a la vida de la batería de un coche eléctrico. Las baterías se encuentran mejor en la parte intermedia de su capacidad de carga, más o menos entre el 30% y el 80%, y mantenerlas dentro de esos límites evita la degradación.
Por todo esto, la importancia entre la diferencia de la capacidad utilizada y la capacidad total, un dato que por cierto no siempre es fácil de obtener por parte de los fabricantes y que como consumidores deberíamos exigir. A mayor diferencia entre la utilizada y la total, mayor tiempo pasará la batería trabajando con cargas parciales.
Un factor importante también de cara a su degradación, el el flujo de potencia que entra y sale de la batería. Se mide por el ratio C. Si cargas o descargas una batería a 1C, quiere decir que estás provocando un flujo de potencia igual a su capacidad (50 kW en una batería de 50 kWh). Si es 2C será el doble (100 kW en una batería de 50 kWh) y si es 0,5C será de la mitad (25 kW en una batería de 50 kWh).
En general, las baterías están más cómodas en ratios de carga o descarga por debajo de 1. Por eso los fabricantes suelen recomendar la recarga lenta como recarga habitual y la rápida solo cuando sea necesario.
Si no vamos a utilizar el coche y va a estar parado mas de un mes, lo mejor es guardarlo en un lugar con temperaturas por debajo de los 30 grados y con un porcentaje de carga parcial (alrededor del 60%), ya que la baterías de litio sufren ante altos porcentajes de carga y altas temperaturas. Exponer una batería cargada al 100% a altas temperaturas durante un tiempo prolongado de tiempo puede ser incluso más estresante para ella que realizar ciclos de carga.
Cuando se almacena una batería de litio aparecen dos tipos de pérdidas:
el consumo fantasma , que provoca una descarga de la batería recuperable una vez se vuelve a cargar, y la pérdida de capacidad no recuperable, es decir, degradación.